MARIANO OZORES:

ENTREVISTA EXCLUSIVA

Realment és impensable que un personatge d'aquest nivell sigui una persona tant accesible. Quan el vam trucar a casa seva per demar-li una petita entrevista, no va dubta ni un moment. Com podreu comprovar el tema va donar per molt.

Des d'aquí la nostra més sincera admiració per un senyor que ha fet riure a mig país.

-En su dilatada trayectoria se ha dedicado sobretodo a la comedia. A qué es debida esta inclinación por un género tan específico?

-Esencialmente a la herencia familiar. Mis padres y abuelos se habían dedicado al mundo del espectaculo, a divertir y hacer reir a la gente. Tenían una compañía de teatro que hacía comedia, con obras de los autores cómicos clásicos. Eso és lo que he mamado, y a eso me he dedicado, afortunadamente algunas veces con bastante acierto.

-En los últimos años le hemos perdido la pista. Se considera ya retirado?

-Yo he trabajado mucho. He hecho 98 películas des del año 59, que es una media muy alta. Ahora tengo 73 años y no trabajo con tanta intensidad. Nuestro cine tambien ha cambiado un poco. De todas maneras se hacen comedias incluso más disparatadas de las que yo he hecho. Sigo trabajando y preparando cosas. No me he retirado, pero no estoy afamado en trabajar con rapidez. Lo haré más tranquilo y con más tiempo para meditar. Quiero hacer un cine, como siempre de humor, mejorandolo en cuanto sea posible.

-Que recuerdos guarda de su etapa con Pajares y Esteso?

-Muy buenos. Recuerdo que la primera película que hicimos juntos fue Los bingueros. Se estrenó con éxito, y a los dos meses de estrenarse me llamó Andrés y me dijo: "Oye Mariano, he leido en Variety que la película más taquillera de este año en España és la nuestra". Entonces eso de las audiencias no era algo tan agobiante como ahora, lo teníamos un poco de lado. Sabíamos que la película iba bien, pero no tanto. Entonces seguimos trabajando, y los productores nos fueron solicitando películas en esa línea. Hemos hecho como una veintena de películas entre Andrés, Fernando y mi hermano Antonio.

-Considera a Pajares y Esteso sus actores fetiche?

-Pasa que además de esa temporada de trabajo, yo también he trabajado en 18 películas con López-Vázquez, en 12 con Gracita Morales, 7 con Lina Morgan, 16 con Alfredo Landa. No és que ellos sean mis actores fetiche. He tenido un éxito muy grande con Pajares y Esteso, pero fíjese que antes de esa época, yo ya tengo 21 películas que han pasado del millón de espectadores, y 3 que han pasado de los 2 millones. Los considero unos grandes amigos, y unos grandes actores, pero también creo lo mismo de López-Vázquez, Gracita o Landa. A todos ellos los puedo considerar fetiches.

-A qué cree que se debió el éxito de ese tipo de cine concreto?

-Pués a qué eran una películas muy divertidas y desenfadadas, que tenían unos repartos muy apropiados. Yo escribía el guión especialmente para ellos, intentando de sacar el mayor partido posible a su manera de trabajar. Todo sumado hizo posible que tuvieran un gran éxito. La fórmula siempre és la misma. A partir del éxito de una primera película, los productores te solicitan otras parecidas.

-A pesar de ser un cine concreto de una época en qué se salía de un régimen político y se entraba en otro, con las posibilidades comerciales que tenía el erotismo, podemos comprobar que cuando actualmente se pasan en TV, tienen igualmente éxito de audiencia. Algo más debían tener que las escenas de destape?

-Efectivamente cuando desapareció la censura, con la transición, se abrió un camino nuevo. Para ver películas atrevidas la gente se iba a Perpinyà o a Biarritz. Desde La trastienda de Jorge Grau y La lozana andaluza de Vicente Escrivà, pudimos incluir escenas eróticas al cine. Pero ninguna de esas películas se hubieran defendido sin un guión divertido, entretenido o interesante para el público, por el simple hecho de aparecer una señorita ligera de ropa. La prueba és que había muchas otras con mucho desnudo y mucho erotismo, que no interesaban y no daban un duro. Nunca fué fundamental la apareción del sexo y el erotismo para que las películas funcionaran bien.

-A pesar de ese éxito los críticos cinematográficos siempre han sido feroces con ellas, y se le ha calificado de reaccionario. Que piensa de esto.

-No lo sé. No sé que tiene de reaccionario la historia de dos señores que descubren el bingo, y que por ello casi destrozan sus familias. En Los liantes no sé donde está lo reaccionario de dos golfos de la costa del sol, que se dedican a estafar a la gente. Muchos calificativos no tienen ni pies ni cabeza.

-En la película Qué vienen los socialistas se le acusa de derechista...

-A mi me gustaría poder sentarme frente a un crítico o un comentarista, que diga que esa és una película de derechas, porque se dá el caso que la única persona íntegra, limpia y honesta que aparece en toda la historia és del partido socialista, en el personaje que interpreta José Sacristán. Los demás todos són unos golfos. El que lo ha dicho o és un retrasado o tiene mala intención, o no tiene ni puñetera idea de ver cine. O a lo mejor las tres cosas juntas.

-Los primeros ochenta fueron una etapa especialmente fructífera como director, con seis películas estrenadas en 1982. Como és posible mantener este ritmo?

-És muy sencillo. Yo me levantaba a las siete y media u ocho de la mañana. Desayunaba y me iba a rodar. Estaba rodando hasta las ocho de la tarde. A esa hora me iba al montaje de la película que hice antes, hasta las doce de la noche. A las doce me venía a casa, estaba tres o cuatro horas escribiendo el guión de la próxima que iba a hacer y me acuestaba.

-O sea tres en uno.

-Sí, en esa ocasión sí. Tres películas a la vez. Una burrada y una barbaridad. Pero era un momento en qué todo lo que hacía salía bien, y el público lo pedía, pués había que hacerlo.

-Teniendo en cuenta que cuando se emite en TV sigue teniendo éxito, cree que tendría validez ese tipo de cine en la actualidad?

-Seguramente sí. No me equivoco mucho, porque Airbag és un disparate cómico y ha sido un dineral, Muertos de risa y Torrente lo mismo. El público sigue queriendo reirse, eso está clarísimo. Ese tipo de cine sigue funcionando.

-Cree que esas películas han heredado el tipo de humor que hacía usted?

-Pues sí. Seguramente como el cine cómico que se hacía en los años treinta, cuarenta y cincuenta nos influyó a los directores de nuestra generación. La comedia siempre ha funcionado bien, a pesar de ser el género peor tratado y más desprestigiado. Tienes que pensar que yo he hecho 98 películas, y que han tenido aproximadamente unos 90 millones de espectadores, con 7.000 millones de pesetas de ingresos de taquilla. Igual como triunfaron las películas de Pedro Lazaga o Masó. Eso és porqué la gente quiere reirse.

-Le gusta el tipo de comedia que se hace actualmente?

-Algunas más que otras, claro. Me divierte Torrente, me pareció un buen hallazgo. Coger un personaje central que és antipático como Torrente, y que a fuerza de ser un golfo te resulta simpático. Creo que és un acierto de Segura, que és un tipo estupendo. No me divirtió tanto Muertos de risa.

-Quizá porqué usa un humor más negro, y no se trate de una comedia...

-O porqué tiene más mala intención dentro. Pero no creo que sea una idea tan bien resuelta. Si que creo que és una idea bien resuelta Airbag, y una idea muy bien resuelta Torrente. Pero en fin hay otras comedias, como las de Fernando Colomo que és un gran creador de comedias de humor, o Gómez Pereira, que tienen un gran caché y aspecto, y són muy divertidas.

-Algunos medios hablan de celos profesionales entre Esteso y Pajares para argumentar que en alguna de sus películas apareciera solo uno de los dos. Es eso cierto?

-En absoluto. Estos comentaristas que dicen que entienden de cine, no se enteran. És indignante y cabreante. Pajares y Esteso han sido amigos mucho antes de hacer cine juntos. Tan amigos que se iban de vacaciones con sus respectivas mujeres, cenaban juntos muchas noches. Que yo supiera nunca tuvieron celos el uno del otro. Pero además, después del éxito de Los bingueros, nosotros firmamos un contrato de exclusiva con Ízaro Films, según el cual ellos solo podrían trabajar juntos con esa compañía. Cuando me pedían una película desde otra compañía, lo tenía que hacer con uno u otro. En El hijo del cura, que la protagoniza Fernando, aparece hacia el final también Andrés en eso que los americanos llaman un cameo, y en El currante al revés, pero porqué las dos eran para Ízaro Films.

-Dos de sus películas que no entran dentro de los esquemas de la comedia són Morir en España y La hora incógnita. La primera és tildada de ideológica y la segunda hundió la compañía La Hispánica. Que supusieron las dos en su carrera?

-Yo empecé haciendo comedia, pero con un poco de inquietudes. Mis hermanos y yo fundamos una compañía, y nos fué bien. Tanto que yo dije, debemos hacer una película importante. En aquellos tiempos una película se hacía con un millón y pico o dos como mucho. Nosotros hicimos La hora incógnita, que inicialmente tenía que llamarse Dios eligió a sus viajeros pero que por razones comerciales cambió de nombre, con un presupuesto de seis millones y con unos artistas de primerísima fila. Fué una ruina espantosa. Se llevó el premio al mejor reparto artístico del sindicato de entonces, la crítica fue por una vez maravillosa con la película, pero resultó una ruina fatal. Tanto és así que yo me prometí que nunca más haría una película que a mi me gustara, sinó que haría películas que gustaran al público. A partir de ahí he hecho el cine que ha interesado al público, que ha funcionado.

-La hora incógnita iba sobre un grupo de gente que esperaba que cayera una bomba atómica sobre su ciudad?

-Todo surgió de una nota de prensa que leí, donde el govierno cubano pre-castrista se quejaba de qué cuando salían los cohetes de Cabo Cañaberal y algo fallaba, los hacían explotar en el aire, y en Cuba caían trozos de proyectiles. Entonces yo pensé en lo qué pasaría si un proyectil se sale de madre y se sabe que va ha caer en un sitio determinado. La película empieza con la evacuación de toda la población, y és la historia de siete u ocho personas que por razones distintas se quedan en la ciudad, simbolizando todos los vicios de la humanidad. Unos por envidia, otros por deseo de robar...

-Los pecados capitales?

-Sí, más o menos, sin profundizar en ello.

-Y Morir en España?

-Bien, en Francia el director Rossif hizo un documental que se llamaba Morir en Madrid, donde hablaba de nuestra guerra civil. Yo en esa época acabava de hacer un documental sobre el mundo de los toros, que se llama Historias de la fiesta. Para hacerla había visto una enorme cantidad de material de archivo. Entonces me llamaron para que me hiciera cargo de esa película que iba a estar basada en archivos, des del año 14 hasta la guerra civil. El guión era de Ladislao Vajda, el director de Marcelino pan y vino, y yo me limité a poner imágenes a esa historia. Ni siquiera la firmo como director, sinó como realizador. Yo de política no he entendido lo suficiente como para poder idear una película así.

-Era una réplica pués a Morir en Madrid...

-Exacto. Venía a decir que no se limitaba la catástrofe de la Guerra Civil, ni a un bando solo, ni a una ciudad, sinó a los dos bandos y a toda España.

-Usted conoce la comedia italiana conocida popularmente como películas de Jaimito, que se hicieron en la misma época que las películas de Esteso y Pajares?

-Algo de eso he visto sí.

-Le gustan?

-No, no, porqué todo és muy exagerado. Nosotros no hemos hecho ese tipo de cine. Los qué hemos hecho comedia en España, no llegamos nunca al histrionismo de ese tipo de cine italiano. Estabamos más cercanos al cine de Sordi, Mastroianni o Manfredi con nuestras propias características, que a las películas de Jaimito.

-Pasa que al ser un cine coincidente en el tiempo, con los tres o cuatro desnudos por película, el ser de humor y los carteles hechos por Jano en un caso y otro, mucha gente las ha asociado.

-Yo creo que lo suyo era mucho más exagerado y astracanesco.

-Cuando la gente habla del cine de Esteso y Pajares, se siente usted damnificado por su papel en la sombra como director?

-No. De sobras sabemos que en el cine, la masa de espectadores, se fijan mucho más en los actores, que en los directores, salvo los estudiosos. La gente sabe mucho más de James Stewart que de Frank Capra, o de Bette Davis, que de Mankiewicz. És normal que se fijen mucho más en Lina, en López Vázquez o en Fernando Esteso que en mi. Tambien nos conviene estar un poco en la sombra.

-Le importaría darme su opinión sobre algunos actores a quienes ha dirigido? Paco Martínez Soria.

-Con él hice tres o cuatro películas. Era un hombre tremendamente disciplinado, pero que tenía un problema. Era incapaz de aprenderse un guión nuevo. Él solo hacía una película al año. Nosotros adaptabamos al cine sus obras de teatro, de las que ya conocía los textos.

-Alfredo Landa.

-És un racial. Personifica las virtudes y defectos del español medio. És un trabajador estupendo, un loco de la disciplina en el trabajo. Se sabe sus textos y los de los demás. Sabe en qué momento grabábamos cada cosa. Una gran persona y un gran amigo, de manera que solo puedo hablar bien de él.

-José Luis López Vázquez.

-En mi modesta opinión és el mejor actor que hemos tenido en el cine español. Se me dirá exagerado. Pero un hombre capaz de hacer conmigo Objetivo Bikini u Operación secretaria y al mismo tiempo hacer Pipermint Frappé con Saura, és un actor como la copa de un pino. Ese és un actor capaz de hacer todo lo que se le pida.