STEVE EARLE: Viviendo en la Nowhere Road
Toda la vida de Steve Earle està guiada por la Nowhere Road. Desde un inicio se instala entre el country y el rock, entre la música ruarl y la soñadora energia urbana, fiel a su acústica pero adicto a la contundencia de las eléctricas. Las caracterís-ticas de sus canciones están definidas por sus inquietudes: los pueblos són pequeños pero las ciudades són demasiado gran-des. Las mujeres están calientes pero sus camas están vacias. Antihéroe que dispara simultaneamente contra todos los mitos americanos: ellos són los que preparan las bombas y luego las ven estallar comodamente en sus sofás.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Toda la vida de Steve Earle està guiada por la Nowhere Road. Desde un inicio se instala entre el country y el rock, entre la música ruarl y la soñadora energia urbana, fiel a su acústica pero adicto a la contundencia de las eléctricas. Las características de sus canciones están definidas por sus in-quietudes: los pueblos són pequeños pero las ciudades són demasiado grandes. Las mujeres están calientes pero sus camas están vacias. Antihéroe que dispara simultaneamente contra todos los mi-tos americanos: ellos són los que preparan las bombas y luego las ven estallar comodamente en sus sofás.

Earle ha vivido una vida muy agitada. Nació un 17 de enero de 1955 en Schertz (Texas) una pe-queña población de ideologia derechista situada al noreste de Sant Antonio. Por este motivo tuvo bastantes problemas con su imagen de hillbilly, según confesó años más tarde a un periodista, cuando fué agredido por un grupo de RedNewks (una organización parecida al KKK), pero todo esto acabó cuando se compró una recortada.

Durante su adolescencia tocaba por todas la cafeterías de Texas, inspirado por su maestro, el le-gendario Townes Van Zandt, del que toda la vida se ha considerado como un gran admirador. A la edad de 19 años contrajo el primero de cinco matrimonios. A mediados de los 70 se traslada a Nashville, donde trabaja en multitud de empleos, y eventualmente consigue vender algunas cancio-nes. La vida le cambiarà en los 80, cuando el productor y ejecutivo Tony Brown le firma un con-trato con MCA. Guitar Town, realizado en 1986, supone su álbum de debut, un descubrimiento no solo para Earle, sinó para toda la música country en general. Eran tiempos en qué Nashville se perdía en subgéneros como el country mezclado con toques de blues, y en artistas com Dwight Yoakam, Randy Travis, Lyle Lovett o KD Lang. Com un puñado de extraordinarias piezas, Earle volvía a reintroducir una linea independiente en la música hillbilly. Podemos destacar canciones co-mo Guitar town, Someday, Hillbilly highway, Fearless Heart o Goodby'es all we've got left. Sus influencias incluyen a fueras de la ley como Hank Williams, Waylon Jennings y Johnny Cash, pero a quienes más admiraba era Buddy Holly, Bruce y al ya mencionado Townes Van Zandt. Después de Guitar Town, Earle continúa fomentando el country con su nuevo trabajo Exit 0, realizado en 1987, con temas como Nowhere Road, Ain't ever satisfied, the week of living dangerously o the rain como down(inspirada en su aparición en Farm Aid). Estos temas continúan poseyendo la ele-gancia del country rural, pero alejándose del hillbilly inicial para mesclarlo con un rock sin comple-jos, salido del corazón. Para la grabación de su tercer álbum Copperhead Road (1988) Earle se traslada de la división country de MCA situada en Nashville, a su división pop de LA. "Las radios de country tienen problemas con las cosas que yo digo" confesó en una entrevista "realmente no les gusta lo que yo digo". Copperhead Road supone su equilibrio flocklórico, con temas como The devil's right hand (escrita en 1978) combinado con un rock rebelde como el qué dá nombre al ál-bum. Paralelamente graba las maravillosas Six days on the road y Continental trailway blues para el soundtrack de Planes, trains & automobiles (mejor solo que mal acompañado) de John Hughes, e interpretada por el gilipollas de Steve Martin. La primera serà incluida en la BSO del film, y la otra puede encontrarse en el recopilatorio de MCA, Country & eastern (1987). Su cuarto trabajo The Hard Way (1990) es un álbum de rock plano que te gusta a primera escucha pero que luego se convierte en aburrido, sin ningún tema destacable. Justice in Ontario, This Highway's mine o la divertida When the people find out (con la aparición del coro de la iglesia baptista de Menphis), reflejan su estado de ánimo: problemas con el show business, con los matrimonios y numerosos escándalos que acaban con su detención e ingreso en la prisión por posesión de drogas. Su dis-cográfica totalmente desconcertada, solo tiene la idea de lanzar el típico doble directo Shup up and die like an aviator, grabado durante su última gira con los Dukes, para poder rentabilizar una estrella que ellos creían ya apagada. El disco supone un trabajo fallido, pués casi la totalidad del material fué regrabado en estudio, con resultados realmente decepcionantes. Le siguen toda una colección de recopilaciones y very bests: Essential Steve Earle (1993), Fearless heart (1995) o The Collectior series.

En 1994 vuelve totalmente recuperado y con cambio de compañia graba el magnífico Train a Comin' un álbum acústico compuesto pr temas viejos que Earle había utilizado en sus primeras grias o en simples apariciones callejeras. En él destacan dos versiones: I'm looking through de Lennon y McCartney y Rivers of Babylon creo que de Boney M. Era como un nueve amanecer. Imparable y arropado por un puñado de extraordinarios músicos que él siempre había admirado por su brillante trayectoria, como Peter Rowan y Norman Blake a las guitarras, Roy Juskey al bajo y Emmylou Harris cantando. Continua con sus declaraciones de principios y en los créditos se puede leer toda una disertación en contra de la falsedad de los famosos Unpluggeds con la guinda final "God I hate MTV". Muchos creyeron ver un espejismo en este trabajo, pero estas voces se callaron al oír sus dos próximas entregas I feel alright (1996) y El Corazón (1997). El primero grabado en Nashville a finales de 1995 supone el regreso definitivo de Earle al mundo de la música. Instalado casi totalmente en el rock destacan las contundentes Hard-Core trobadour, More than I can do, You're still standing here (donde hace duo con Lucinda Williams) o CCKMP (Cocaine cannot kill my pain) una declaración de principios. En El Corazón, dedicado a su ma-estro Van Zandt, Earle continua jugando con multitud de estilos y colaboraciones: acústicas e inti-mistas Christmas in Washington o FT worth blues out there o Posion Lovers, donde hace dúo con Siobhan Kennedy; las contundentes NYC con los Supersuckers o Here I am, sin olvidar de nuevo al country en I Still carry you around con la banda de McCoury, Telephone road o la tocadiscos-mono The other side of the Town. En 1997 participa en The songs of Jimmie Rodgers. A tribute primer disco de la compañia Egyptina Rec/Sony, que pertenece a Bob Dylan, creada para lanzar material de su agrado. Jimmi Rodgers, un cantante de folk con aires de tirolés que grabó entre 1927 y 1933, ha sido considerado como el padre del country. Earle grabó el tema In the Jailhouse Now con los The V-Roys, y es juntamente con Mellencamp, que colabora en Gamblin bar room blues, lo mejor del disco. Pero si creiamos que El Corazón era insuperable, Earle nos sorpendre nuevamente con un golpe de timón, y publica The Mountain (1999) acompañado con la banda de McCoury. Ya desaparecida la guitarra eléctrica y la bateria (símbolos de contunden-cia), Earle nos ofrece hillbilly puro: banjo, bajo, mandolina, violín y dos acústicas. No hay adjeti-vos para calificarlo. Cada tema es brillante: Texas eagle, Carrie Brown, I'm still in love with you, The Mountain y el gran cierre Pilgrim, acompañado por todos su amigos cantando a lo We Are the World la estrofa "Im just a pilgrim on this road".

La perseverancia de Earle vuelve ha hacerce patente con el por ahora último álbum de su trayectoria. A finales del año 2000 apareció Trascendental blues otro pedazo de disco donde entre otros colabora Susan Sharon, en uno de los mejores temas de toda su carrera y seguramente uno de los mas sencillos Calwary Girl. Coerente conm lo qué le conocíamos hasta la fecha el bueno de Steve se revela nuevamente como uno de los referentes ineludibles de la buena música rock americana, aunque su repercusión popular esté muy por debajo de los superventas del sector. Quizás sea mejor así.

Poco importa hacia que dirección se está dirigiendo Earle: la carretera, el viento... lo suyo es la sensibilidad definida por las emociones, la verdad de creer en lo mejor delante de cada problema. Sus canciones són himnos de un solitario espíritu que nunca llega a romperse. Siempre deseando y nunca satisfecho. Para Earle y su carácter lo mejor aún está por llegar. "Because as long as the road keeps running, the time has yet to run out". Larga vida a Steve Earle.

Para mas información sobre Earle te recomendamos dos páginas web:

- www.steveearle.net - pàgina web no oficial

- www.steveearle.com - esta si que es la oficial